Cuento infantil (6+)
Escrito por: Paula Sicard
Valores: superar las adversidades, resiliencia.
Max es un auto de carreras. Es un cochecito pequeño y juguetón de color azul metalizado, con luces también azules y muy brillantes, que hacen juego con su reluciente carrocería. Desde siempre ha dicho que cuando crezca quiere ser famoso y ganar muchos trofeos. Él sabe que lo va a lograr porque es muy inteligente. Aunque aún tiene mucho que aprender y crecer, lo está intentando y ya ha aprendido a hacer algunas piruetas y volteretas impresionantes. Está impaciente por aprender a correr rapidísimo como sus más grandes ídolos, los ganadores de la Fórmula 1.
Max siempre dice:
―¡Cuando sea grande seré el más rápido y más famoso auto de carreras!
Un día como cualquiera, Max está practicando sus mejores piruetas en el autolavado, a donde van todos los autos como él, que están aprendiendo a ser autos de carreras.
Max termina de hacer una de sus mejores piruetas cuando se le acerca un hombre llamado Loki. A Loki le encantan los autos de carreras y siempre ha soñado con manejarlos.
Cuando Loki ve a Max queda sorprendido con sus habilidades y su inteligencia, y enseguida se da cuenta de que cuando crezca va a ser un gran competidor. Por esta razón, Loki decide que quiere manejar a Max a como dé lugar.
―Hola Max, he visto tus habilidades y estoy seguro de que serás un gran auto de carreras. Me gustaría ser tu amigo― dice Loki sonriendo.
Loki y Max se hacen amigos inmediatamente. Max está feliz de que su amigo haya visto su gran potencial y le muestra sus mejores piruetas.
Pero ha pasado algo:
Loki ha decidido decirle una mentira a Max para que lo deje manejarlo.
―Soy uno de los mejores conductores de autos de carreras― miente Loki, quien nunca antes ha manejado.
Loki le sigue mintiendo a Max, y le dice que con su ayuda va a correr muy rápido y va a ganar todos los premios. Max le cree a su amigo, así que lo deja subirse y manejar. Él no sabe que Loki le está mintiendo.
Al principio Max se divierte con los chistes de Loki y de verdad le parece que le ha ayudado a aumentar un poco la velocidad, pero después Loki empieza a mover su volante sin preguntarle y lo conduce hacia algunos lugares que no le gustan. También ha cambiado sus tácticas y Max no puede hacer sus piruetas como antes.
Un día Loki le pide a Max que le deje revisar su motor.
Le dice:
―¡Haré unos ajustes que te harán correr aún más rápido!
Max nunca le ha mostrado su motor a nadie, ¡nadie se lo había pedido antes! Lo piensa un poco y con algo de dudas le dice que sí. Él desea con todas sus ganas correr más y más rápido.
Después de este día todo cambia para Max.
Después de hacer los cambios en su motor y aunque Max se siente un poco mal, Loki insiste en manejar y mostrarle que va a correr muy bien.
Loki gira el volante hacia un lado. Max le dice:
―Loki, deseo detenerme ya. Estoy un poco cansado.
Pero Loki le insiste en que espere un poco más. En un movimiento del volante, Loki conduce a Max hacia una pared. Max trata de frenar pero Loki presiona el acelerador. ¡Van a toda velocidad!
¡CRASH!
Max ha chocado. Ha quedado bastante golpeado y con una falla muy extraña: cuando trata de moverse se detiene, y cuando trata de detenerse se mueve. Está muy triste y asustado.
La policía llega al lugar. Los inspectores hacen muchas preguntas. Loki no tiene más remedio que decir la verdad. Los agentes le dicen:
―Ha cometido usted una falta muy grave. Debe acompañarnos.
Los oficiales se llevan a Loki a la comisaría. Loki se ha ido para no regresar más.
Los oficiales también llaman inmediatamente a la mamá de Max. Ella se ha preocupado mucho al ver lo que le ha pasado a su hijo y lo lleva al mejor taller que conoce, donde trabaja un viejo y sabio auto mecánico. En cuanto ve a Max el viejo auto sabio dice:
―Ha sido un duro golpe, pero estoy seguro de que podremos repararlo y Max podrá ganar muchas carreras en el futuro.
En efecto, en unas semanas y con un trabajo muy delicado, el viejo auto sabio repara a Max, quien vuelve a verse por fuera tan brillante y reluciente como siempre. Pero algo falta. Cuando lo ve correr de nuevo, el mecánico, que todo lo conoce, le dice a Max.
―He hecho un gran trabajo. Has quedado como nuevo, Max…
Max, en efecto, se ha dado cuenta de que ha quedado hasta más brillante que antes. Le encanta su nueva carrocería y le parece que sus luces han quedado aún más brillantes.
―Pero algo falta ―agrega el viejo auto sabio―. Sé que hay algo más que debemos hacer pero no lo puedo encontrar. Todavía no puedes correr a tu máximo potencial Quizás tú me puedes ayudar. ¿Qué más piensas que hace falta reparar?
Y Max entiende perfectamente. Aunque se ve tan bien por fuera, todavía se siente mal por dentro. Enseguida recuerda que Loki había hecho unos cambios en su motor. No sabe por qué, pero le da un poco de vergüenza contarle al auto sabio. Pero se arma de valor y decide contarle lo que Loki le había hecho a su motor.
―Max, ahora lo entiendo todo. Tú no sabías que te habían mentido. Yo te daré el conocimiento que necesitas. Toma estas herramientas y te enseñaré a reparar tú mismo tu motor.
Con las herramientas que le ha dado el auto sabio, Max aprende a reparar su motor y con un poco de práctica vuelve rápidamente a hacer sus piruetas y volteretas. ¡Se siente fenomenal! Está muy contento de haberle contado todo.
Después de que Max está listo, el auto sabio lo lleva al autolavado. Max prueba sus mejores piruetas de nuevo y sus amigos le aplauden. Max está feliz nuevamente.
―Recuerda seguir tomando tu aceite todos los días, asistir puntual al autolavado y practicar tus lecciones. Estudiando y practicando te convertirás en un gran corredor ―el viejo auto sabio se despide de Max con estas últimas palabras.
Max sigue estas recomendaciones al pie de la letra. Estudiando y practicando va aprendiendo más y más. Así, con el pasar de los años se convierte en el mejor auto de carreras de la Fórmula 1, en donde gana muchos, muchos premios.
¡Max ha cumplido su sueño y es ahora el auto más famoso de todos los tiempos!
FIN