Cuento infantil (6+)
Escrito por: Paula Sicard
Ilustrado por: Andrés Maurín
Valores: manejo de terrores nocturnos, vencer los miedos, ver más allá de las apariencias, valorar la diversidad, mascotas, amistad.
Iker lleva noches sin dormir.
―¿Cómo puede la misma pesadilla repetirse tantas veces seguidas? ¡Te lo juro mami, esto no es una pesadilla!
―No te preocupes hijo, los monstruos no existen. Todo estará bien ―dice la mamá de Iker dulcemente.
―¡Pero mami! Porfis, porfis, andaaa.
―Está bien. Kala y Bracken pueden acompañarte esta noche.
―Gracias mami. Ya verás. Te demostraré que no son pesadillas.
Todo empezó hace cuatro noches. Cuatro noches de terror. Cuatro noches en vela viviendo la misma escena:
Iker escucha una respiración agitada que parece venir del otro lado de una puerta.
―¿Kala, eres tú?
La respiración se detiene. Empieza de nuevo. Iker se tapa hasta la cabeza. No quiere escuchar ese ruido. Luego, suena un crujido, como una puerta abriéndose lentamente.
―¡MAMÁAAAAAAAAAAA, PAPÁAAAAAAAAAAAA! ―Iker grita.
―GRRRRRRRRRRRR. ¡GUAU, GUAU, GUAU! ―Kala ladra en el pasillo.
―¡AU, AU, AU, AU! ―Bracken aulla.
Cuatro noches. La misma escena cuatro veces. La misma respiración. El mismo crujido. No puede ser una pesadilla. Iker está seguro de que los monstruos nocturnos quieren atraparlo y no lo va a permitir.
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